Como todas las semanas y después de cada ruta me dispongo a escribir la crónica de la misma. He de reconocer que lo que en principio se pensó como una ruta tranquila y en la cúal la hora de vuelta sería temprana, se convirtió en una auténtica odisea debido a la gran cantidad de caidas y de averías que poco a poco se fueron sucediendo durante la etapa.
Todo comenzó ya mal, porque nada más terminar la primera senda, apenas 500 metros del comienzo de la ruta, empezó el primer pinchazo y por tanto el primer parón. Una vez reparado continuamos por las calles de Alcalá del Júcar para reagruparnos en la parte baja del pueblo, para emprender camino a Casas del Cerro por un sendero en el cual se divisaban unas vistas preciosas porque desde la parte alta se veían serpenteando los miembros de nuestra peña, mostrando a su vez, el esfuerzo que estaban realizando en estas primeras rampas.
Una vez arriba y con el grupo otra vez unido nos dispusimos a emprender rumbo a aldea de La Gila, los miembros de nuestra peña, junto con nuestros compañeros de la Peña BTT Vadocañas, y dos compañeros más de la Peña Ciclista la Manchuela de Casas Ibañez.
Una vez en La Gila emprendimos rumbo a Tolosa bajando por una senda en la cual se produjeron las primeras caídas (con vuelo mío incluido), eso sí sin consecuencias físicas. Una vez abajo tomamos dirección al Embalse del Molinar, siguiendo el cauce del río para nuevamente comenzar a ascender a la parte alta de la Hoz, para tomar el camino de vuelta por la Aldea Casa del Conde, donde más adelante tomaríamos la senda de vuelta a la Hoz del Río en la que se produjeron la mayoría de accidentes. 
Comenzando la senda nuestro compañero Miguel Angel de Iniesta sufrío una aparatosa caída, y a mitad de la senda se produjo un nuevo parón este mucho más importante con otra nueva caída que provocó una aparatosa brecha que hizo que el resto de la senda se bajara con miedo.Una vez abajo el grupo se separó en 2 grupos. Uno decidió tomar el camino de vuelta por pista hasta Alcalá y otro se fué por la senda paralela al río que conduce a Tolosa, donde se produjeron el resto de averías. Un cambio roto, una suela de una zapatilla arrancada, un pedal también roto, y una brecha en el tobillo.
Una vez allí decidimos tomar ya el camino de vuelta, para evitar más percances... En resumen, una etapa llena de percances tanto físicos como mecánicos que hicieron que se dejara de disfrutar el contenido en sí de la misma.En el albúm os dejo las fotos que se hicieron durante la etapa.
Antonio